El ADN del jugador
EL JUGADOR
Va ligado al objetivo número 2 explicado en el apartado (EL CASINO) objetivos y preferencias. Se podría considerar normal, si sólo utilizaran, como hacen los supermercados, estrategias ambientales. Encaminadas a conseguir que el jugador permanezca más tiempo en el interior de la sala, para darle una sensación de bienestar, o para hacerle sentirse importante. Se explican detalladamente en el apartado FACTORES AMBIENTALES.
Pero no es así, van más allá. Se sirven de un factor psicológico muy importante: la adicción que provoca el juego. Hablaremos en este punto de las adicciones en general. Se volverá a hablar de ellas en el apartado EL JUGADOR, pero es importante saber, antes de continuar, como se aprovechan de ellas los casinos.
En primer lugar hay entender porqué una determinada persona es adicta al juego. Personalmente tengo mi teoría de que cada individuo lo lleva grabado en su ADN. ¿Se han preguntado alguna vez porqué hay fumadores ocasionales? (sólo fuman algún cigarrillo al día, en fin de semana, o en ocasiones puntuales, pero no sienten necesidad de fumar continuamente), y en cambio, otros que llegan a fumar 3 cajetillas al día, ¿y no conciben la vida sin tabaco?
Con el alcohol sucede igual, hay personas que pueden tomarse 6 o 7 copas en una noche de sábado, pero durante los demás días de la semana no toman un sorbo de alcohol (porque no sienten necesidad de ello) Y en el otro extremo hay personas que no pueden dominarse, y la bebida arruina su vida familiar, laboral y social, habiendo de seguir tratamientos de desintoxicación. También hay personas adictas al chocolate, comienzan una caja de bombones, y no pueden parar hasta habérselos comido todos. Pero en este caso las consecuencias no serían tan graves, obesidad o colesterol a largo plazo. etc. Y por supuesto adicción al sexo, aunque en este caso quizás podríamos ser más benévolos con la persona en cuestión...
Podría extenderme con el tema de las drogas pero es innecesario, supongo que ha entendido la idea. Una idea que enlaza con el concepto de que cualquiera puede tener grabada en su ADN una determinada adicción, pero que la desconocerá hasta que pruebe por primera vez esa sustancia o actividad. En ese instante, una serie de procesos se activarán en su cuerpo y mente, que puede le marquen para el resto de su vida.
De la misma manera que ocurre con las anteriores, la ADICCION al JUEGO es muy fuerte, y las consecuencias son devastadoras para la persona y todo su entorno.
Puede haber muchas razones por las que una persona entra por primera vez en un casino, o decide apostar por internet. Las más corrientes suelen ser por diversión (con un grupo de amigos) o atraído por la curiosidad. O también con el propósito de intentar, mediante un sistema, ganarle a la banca y "sacarse" un sobresueldo.
Ya sea por curiosidad, diversión o por cualquier otro motivo, esta persona quizás no es consciente del paso que va a dar, y no puede imaginar las fatídicas consecuencias que puede tener para el resto de su vida. Porque desconoce la fuerte adicción que puede provocar EL JUEGO.
Si esta persona que entra por primera vez en un casino, se encuentra dentro del grupo para el cual el juego es simplemente un pasatiempo ocasional como cualquier otro, no sucederá nada trascendental. Pero si está en el grupo de personas que no saben dominarse, puede que en estos momentos, sin que él lo sepa, su vida comience a dar un giro radical, y sea el principio de un calvario.
Hay otro punto importante a tener en cuenta. Las personas podemos tener vicios y adicciones, pero también somos inteligentes. Aunque se trate de una persona del segundo grupo, si la primera vez que juega, pierde una cantidad ligeramente respetable, seguramente no volverá a jugar (porque no le habrá encontrado satisfacción, ni nada productivo)
Por ello, el problema más importante para un potencial jugador que entra por primera vez en un casino, o accede a través de la RED a una web de apuestas, por increíble que parezca no es perder, sino GANAR. Si pierde, abandonará el casino y no volverá, porque pensará que es una tontería tirar el dinero. Pero si gana, experimentará una sensación diferente a la de muchos otros juegos. Es una sensación muy inmediata en el tiempo. Pocos segundos después de depositar su apuesta, el jugador recibe su recompensa. Cuanto mayor sea el premio, más intensa es la sensación, pero basta con recibir una cantidad igual a la apostada para experimentarla. Si ha apostado 20 euros a una de las combinaciones sencillas de la ruleta, recibe la misma cantidad. Su dinero ha sido DOBLADO automáticamente. Si ha apostado 50 euros, ahora tiene 100 en el bolsillo. Es la sensación de multiplicar por dos su capital. La conclusión que extrae, y que arraiga en su subconsciente, es muy clara, “si apuesto 3,000 euros tengo la posibilidad de meterme en el bolsillo 6,000”. En 2 minutos, sin esfuerzo.
Esta sensación tan inmediata en el tiempo no se da en otros juegos de azar como la lotería, en la que además de conocer las pocas posibilidades de éxito, hay que esperar un tiempo para conocer el resultado. Este puede ser el motivo por el cual es tan fácil, para este grupo de personas engancharse a las máquinas tragaperras, la inmediatísima respuesta de la máquina.
Y todo ello no tendría más importancia si no fuese por un "pequeño detalle", el que le he explicado en el apartado UNA CONDUCTA IRRESPONSABLE.