El gran montaje
EL JUGADOR
Los casinos, conocedores de la fuerte adicción que puede provocar el juego, y toda la problemática que conlleva, problemática sobre todo económica pero también social, se permiten hacer anuncios como los que se muestran en el apartado PUBLICIDAD ENGAÑOSA. Es en esta acción donde se ve su realmente su falta de moral. No se limitan a esperar a que el cliente se le ocurra acceder al casino (el futuro jugador que no sabe si quedará enganchado de por vida al juego), sino que le lanzan mensajes que son claramente publicidad fraudulenta, ya que inducen al engaño. No se pueden decir frases del tipo "ven a jugar, porque tu ya naciste ganando" Lo más importante, saben que una vez hayan captado un "nuevo cliente", es posible que hayan conseguido una fuente de ingresos constante para toda la vida. Un adicto al juego que verá cómo su vida efectúa un giro de 180º. Quizás entre un 1 - 5% sepa mantener el control. Si es así, la siguiente tarea del casino consistiría en intentar hacerle perder ese control. De forma legal, y también "no tan legal" La realidad es que no juegan "limpio"